Cuando gestionamos una página web, es común encontrarnos con cambios de URL, migraciones o reestructuraciones de contenido. Para evitar errores y pérdida de tráfico, el redireccionamiento es una técnica fundamental en SEO.
En este artículo, explicamos qué es un redireccionamiento, qué tipos existen y cómo implementarlos correctamente para mejorar la experiencia del usuario y el posicionamiento en buscadores.
¿Qué es un redireccionamiento?
Un redireccionamiento es una instrucción que se configura en un servidor o en el código de una página web para dirigir automáticamente a los usuarios y motores de búsqueda de una URL a otra.
Esto es útil cuando:
- Se cambia la URL de una página.
- Se migra un sitio web a un nuevo dominio.
- Se eliminan páginas y es necesario redirigirlas a una URL relevante.
- Se consolidan varias páginas con contenido similar.
Implementar redireccionamientos correctamente es clave para no perder tráfico orgánico ni autoridad SEO.
Tipos de redireccionamiento y cuándo usarlos
Existen diferentes tipos de redireccionamientos, y cada uno cumple una función específica en SEO.
1. Redirección 301: permanente
La redirección 301 indica que una URL ha sido movida de forma permanente a otra dirección. Es la mejor opción cuando una página ya no existe o ha cambiado su URL, ya que transfiere el 90-99% de la autoridad del enlace a la nueva página.
Casos de uso:
- Cambio de estructura de URLs.
- Migraciones de dominio.
- Eliminación de páginas con contenido similar consolidado en una sola.
Ejemplo de implementación en .htaccess:
Redirect 301 /antigua-pagina/ https://www.ejemplo.com/nueva-pagina/
2. Redirección 302: temporal
La redirección 302 indica que el cambio de URL es temporal, por lo que los motores de búsqueda no transfieren la autoridad a la nueva página.
Casos de uso:
- Páginas en mantenimiento.
- Pruebas A/B en URLs distintas.
Ejemplo de implementación en .htaccess:
Redirect 302 /pagina-temporal/ https://www.ejemplo.com/nueva-pagina/
3. Redirección 307: temporal con método HTTP intacto
Es similar a la 302, pero mantiene el método HTTP original (GET o POST). Se usa en casos más técnicos, como cuando un formulario envía datos y se necesita preservar la información enviada.
4. Meta refresh: redirección en HTML (no recomendada para SEO)
Este tipo de redirección se ejecuta en el navegador en lugar del servidor y puede afectar negativamente al SEO. Suele configurarse en el <head> del HTML:
<meta http-equiv=»refresh» content=»5;URL=’https://www.ejemplo.com/nueva-pagina/’»>
Este método puede ralentizar la carga y confundir a los motores de búsqueda. Se recomienda usar redirecciones 301 o 302 en su lugar.
¿Cómo afectan los redireccionamientos al SEO?
Los redireccionamientos mal implementados pueden provocar problemas como:
- Pérdida de tráfico si los usuarios encuentran errores 404.
- Dilución de autoridad si se usa un tipo incorrecto de redirección.
- Redireccionamientos en cadena que ralentizan la carga y afectan la experiencia del usuario.
Para evitar estos problemas:
- Usa redirecciones 301 cuando el cambio sea permanente.
- Evita redireccionamientos múltiples.
- Revisa tus redireccionamientos con herramientas como Screaming Frog o Google Search Console.
El redireccionamiento es una herramienta esencial en la gestión de sitios web y en estrategias de SEO. Elegir el tipo adecuado (301, 302, 307) y evitar errores como redirecciones en cadena o el uso excesivo de meta refresh es clave para mantener la autoridad de tu dominio y garantizar una buena experiencia de usuario.
Si estás planeando cambios en tu sitio, asegúrate de configurar los redireccionamientos correctamente para no perder tráfico ni posicionamiento en buscadores.