Cuando hablamos de diseño web accesible, muchas personas lo relacionan solo con cambios de color o la posibilidad de aumentar el tamaño de la letra, pero la realidad es que la accesibilidad digital va mucho más allá. Se trata de crear experiencias que puedan ser utilizadas por todas las personas, independientemente de sus capacidades, limitaciones o contexto.
En este post veremos por qué la accesibilidad web no es un extra opcional, sino una parte muy importante dentro del diseño UX/UI, y cómo podemos acercarnos a un nivel de calidad que cumpla con estándares como las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines).
La accesibilidad web también es una oportunidad
En muchos países la accesibilidad web ya no es solo una recomendación, sino un requisito legal, y algunos de los beneficios que puede aportar son:
- Aumentar la audiencia: hay millones de personas con algún tipo de discapacidad visual, auditiva, motora o cognitiva que pueden quedar fuera de tu web si no la adaptas.
- Mejorar el SEO: Google y otros buscadores favorecen las webs bien estructuradas, con textos alternativos, semántica correcta y contenidos claros.
- Reforzar la reputación: transmitir un compromiso con la inclusión genera confianza y valor de marca.
La accesibilidad no solo es “lo correcto” a nivel ético, también es inteligente desde el punto de vista empresarial.
Diseñar experiencias accesibles va más allá de lo visual
Un diseño web accesible implica optimizar todos los puntos de interacción del usuario:
- Navegación con teclado: imprescindible para quienes no usan ratón.
- Lectores de pantalla: orden de contenido y descripciones alternativas claras.
- Lenguaje comprensible: textos directos y bien estructurados.
- Tiempo suficiente para interactuar: evitar elementos que desaparecen demasiado rápido.
- Elementos gráficos que apoyen el contenido: iconos, ilustraciones o diagramas que ayuden a comprender conceptos, especialmente útiles para personas con dificultades de lectura o aprendizaje.

Aquí es donde entran en juego los estándares WCAG, que se dividen en tres niveles (A, AA y AAA). Llegar al nivel AAA implica cumplir con el máximo estándar de accesibilidad, pero incluso si no llegamos tan alto, avanzar hacia él mejora la experiencia de todos los usuarios.
Ejemplos prácticos para mejorar la accesibilidad
- Contraste suficiente: Asegúrate de que el texto se lee bien sobre el fondo. Herramientas como Cooler pueden ayudarte a cumplir con los valores mínimos exigidos por WCAG.
- Etiquetas HTML correctas: Usa etiquetas semánticas (<header>, <main>, <nav>, <footer>) para que los lectores de pantalla interpreten la estructura de forma coherente.
- Texto alternativo en imágenes: Describe la imagen de forma breve y precisa. Evita textos como “imagen 1” y opta por algo que aporte contexto al contenido.
- Formularios comprensibles: Asocia correctamente las etiquetas a los campos, ofrece instrucciones claras y mensajes de error fáciles de entender.
- Contenido multimedia accesible: Incluye subtítulos para vídeos y transcripciones para audios. Esto ayuda no solo a personas con discapacidad auditiva, sino también a quienes no pueden activar el sonido en ese momento.
Romper el mito accesible = poco atractivo
Diseñar una web accesible no significa renunciar a la estética. Al contrario, muchos principios de accesibilidad coinciden con buenas prácticas de diseño UX/UI:
- Jerarquía visual clara.
- Uso coherente de tipografía y espaciado.
- Elementos interactivos fáciles de identificar.
Ejemplo Ajuntament de Barcelona: diseño limpio, navegación clara y lenguaje inclusivo, pensada para que cualquier persona pueda encontrar información sin barreras.

Ejemplo ONCE: Portal optimizado para lectores de pantalla, con alto contraste y menús sencillos, que facilita el acceso a servicios y recursos a todo tipo de usuarios.

La clave está en integrar la accesibilidad desde el principio de un proyecto, no como un añadido de última hora.
Un compromiso continuo
Cumplir con las pautas WCAG no es un objetivo único, sino un trabajo constante:
- Mantener la accesibilidad en cada nuevo contenido.
- Revisar cambios de diseño y funcionalidad con herramientas y usuarios reales.
- Recoger feedback para mejorar.
Un diseño web accesible es mucho más que elegir bien los colores. Implica una visión integral que mejora la experiencia de todos los usuarios, fortalece la marca y amplía el alcance. Diseñar para todos es, en realidad, diseñar mejor.