Los cambios continúan sucediendo cada vez a una mayor velocidad, porque lo que ayer funcionaba hoy puede quedarse corto. ¿No os pasa que sientes que las reglas del juego cambian constantemente y tu estrategia con la que solías ganar en ese clásico juego de mesa en el cual eras experto ya no te funciona? Lo que aprendimos ayer o cómo lo aprendimos ya no es suficiente porque tenemos nuevos avances tecnológicos, transformaciones sociales, nuevas generaciones con otras expectativas y necesidades, crisis globales y un mercado que no acaba de asentarse. Todo ese cambio acelerado es lo que hoy conocemos como entorno VUCA por sus siglas en inglés, Volatility/Volátil, Uncertainty/incierto, Complexity/Complejo y Ambuity/ambiguo, que permite describir un entorno inestable, impredecible y menos controlado donde el cambio es la norma. Es por eso que para tener éxito, tanto la organizaciones como las personas deben desarrollar nuevas capacidades como el aprendizaje continuo, el pensamiento crítico, la adaptabilidad y por sobre todo la habilidad para desaprender y volver a aprender.
Es por eso la tendencia cada vez más fuerte de conceptos como el upskilling (potenciar habilidades existentes) y el reskilling (aprender nuevas competencias) porque son respuestas estratégicas y concretas para hacer frente a la incertidumbre y transformación constante. Por lo que el reto para las organización ya no es solo la atracción del buen talento, sino también del desarrollo de éste de forma continua y con visión de futuro.
¿Pero por qué es tan prioritario continuar desarrollando el talento?
Porque si pestañeas unos minutos ya te quedarás muy atrás:
- La volatilidad, te plantea la necesidad de adaptación rápida, la transformación digital no para, nuevas herramientas, plataformas, lenguajes y versiones se ajustan constantemente por lo que tus habilidades van quedando obsoletas.
- La incertidumbre, te hace ir a ciegas porque no sabemos cómo será el trabajo en el futuro, por lo que es necesario preparar a las personas y organizaciones para aprender y reaprender, por lo que los modelos de negocios, así como los roles y responsabilidades no pueden estar estáticos.
- La complejidad, nos demanda roles híbridos y una forma de pensar más sistémica preparando a personas con un pensamiento crítico, analítico, colaborativo y con visión 360º.
- La ambigüedad, implica toma de decisiones con criterio. Las soluciones no serán claras por lo que debemos trabajar muy fuertemente en el desarrollo continuo de nuestro equipo, fomentando y promoviendo la autonomía, iniciativa y flexibilidad.
Por otro lado, es necesario una mayor flexibilidad y adaptación al cambio, para lo que se deberá formar al equipo y preparar a la empresa para afrontar los cambios y mantenerse relevante en el mercado. Al mismo tiempo, es imperante mejorar la competitividad, contando con personas altamente capacitadas que permitan a la empresa diferenciarse de otras, ofrecer servicios de calidad e innovar para mejores resultados.
Por lo que si quieres crecer como empresa y hacer frente a los nuevos desafíos es fundamental que inviertas en tu equipo de trabajo, considerando no solo potenciar habilidades si no que también descubriendo y aprendiendo otras. Las nuevas generaciones valoran mucho más las empresas que invierten en su desarrollo y formación, por lo que velar por su desarrollo, implica contar con equipos de alto rendimiento con un mayor engagement, bienestar organizacional y mejores resultados.
¿Y cómo aplicar Upskilling y Reskilling al interior de una empresa?
Ya hemos visto que es una tendencia ¿no? pero ahora te contamos un poco de cómo podemos aplicarlo para que cada miembro de tu equipo, no solo realice cursos de formación, si no que entre todos se generen espacios de aprendizaje continuos y dinámicos.
Diagnóstico – Detectar habilidades claves para tu presente y futuro
- ¿Qué habilidades necesita mi empresa hoy para abordar con éxito los nuevos retos?
- ¿Qué capacidades necesitamos potenciar para ser más competitivos?
- ¿Y cuáles necesitaremos dentro de 6 meses, 1 año y 3 años?
- ¿Qué cambios tecnológicos pueden tener un impacto mayor en nosotros?
Mapa de Talento – perfiles y brechas
- ¿Qué roles tengo dentro de mi empresa?
- ¿Cuáles son los roles más importantes?
- ¿Qué sabe hacer cada persona?
- ¿Qué habilidades dominan más y cuáles menos?
- ¿Qué roles podrían reconvertirse si se forman nuevas áreas?
¿Qué Upskilling y Reskilling tengo dentro del equipo?
- Upskilling, identificar aquellas habilidades que hacen mejor y potenciarlas.
- Reskilling, que no tenemos actualmente y podríamos desarrollar para obtener mejores nuestros resultados
Planes de formación personalizados
- Diseñar rutas de aprendizaje personalizadas, por grupo de cargos y niveles
- Consolidar en un plan de formación dinámico, con las rutas de aprendizaje integradas e identificado puntos en común
- Identificar los formatos de cada actividad formativa (presencial, virtual, híbrida)
- Ejecución de las actividades de formación de forma constante, con medición y seguimiento.
Aplicabilidad de lo aprendido
- Vincular el aprendizaje a nuestro día a día
- Poner en práctica los aprendido en nuestros proyectos
- Generar y fomentar espacios de aprendizaje
- Dar vitrina a las nuevas tendencias
Medir para mejorar
- Aplicar encuestas y reuniones de feedback para saber qué se ha aprendido y cómo lo están aplicando
- Identificar dónde radican las principales mejoras y cuales son las nuevas habilidades adquiridas
- Conocer cuál es el tiempo medio para adaptarse a nuevas herramientas
- Medir el nivel de satisfacción y motivación
- Indagar sobre qué nuevas habilidades tenemos que explorar
Upskilling y Reskilling son herramientas estratégicas para navegar con éxito en el entorno VUCA y generar ventajas competitivas, porque no solo preparan a las personas para un futuro incierto, sino que convierten la incertidumbre en una oportunidad de crecimiento, innovación y resiliencia.
Conclusión
Seguiremos en constante movimiento, por lo que cuestionar lo que sabemos y abrir espacios para lo nuevo es la clave. Invertir en el crecimiento y desarrollo de las personas de nuestro equipo no es solo apostar por el futuro, si no que también una forma clara y concreta de cuidar el presente, generando equipos de trabajo más autónomos y capaces de responder a lo inesperado.
No se trata de sumar habilidades, el reto consiste en cultivar una cultura de aprendizaje donde se promuevan espacios para aprender, reaprender y compartir conocimientos.
Ya has visto que no se requiere de grandes presupuestos, o de un plan perfecto, basta con una intención clara de querer evolucionar y de querer hacerlo en equipo.
¿Y tú te animas a explorar esta tendencia al interior de tu empresa?