YouTube lo vuelve a hacer: visibilidad en Google, Shorts imparables y el boom del podcast

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YouTube es camaleónico, imparable y sabe cuándo debe reaccionar (¡y con fuerza!) para redefinirse en el terreno de juego cada vez que aparece una nueva plataforma en el mundo digital que es capaz de eclipsarlo. Pasó con TikTok, en el que se reinventó lanzando el formato Short y ahora se está viendo con el fenómeno podcast. 

También influye la tendencia de las personas en consumir, cada vez más, contenido visual y a poder ser largo mejor. ¿Qué quiere decir esto? Que YouTube es, quizá, la herramienta idónea para ofrecer aquello que el usuario quiere y el espacio en dónde verlo. 

Y no sólo eso, mientras tanto el gigante rojo es capaz de adaptarse y mimetizarse con la demanda diaria del sector, Google sigue dando a los vídeos de YouTube un lugar privilegiado en sus resultados de búsqueda. Esta fórmula hace que, en plena economía de la atención, YouTube no simplemente sobreviva, sino que de nuevo se transforma en protagonista y manera para la que descubrimos, consumimos y recordamos contenido en nuestro día a día, y por qué no, interesante para promocionar y ofrecer a dichos usuarios una marca.

Visibilidad en Google: el doble motor que nadie puede ignorar

Cuando hablamos de buscadores y motores de búsqueda en nuestra mente solemos separar Google de YouTube, pero la realidad es que ambos están muy conectados, y ahora más nunca. Hoy en día, pensar uno sin el otro, puede conllevar a perderse una gran parte del pastel.

¿Qué significa esto? Bien, la respuesta es sencilla, hay que optimizar tanto los contenidos (ya sea un creador de contenido como una marca), mientras que al mismo tiempo se trabaja en el posicionamiento en YouTube, y por ende, en Google. 

Día tras día está demostrado que hay que ponerse en la “piel del otro” y cómo marca o creador/a de contenido se debe conocer el qué, cómo, dónde y cuándo hacerlo. Pero, ¿cuál es la receta secreta? La verdad es que no existe, pero sí que existen ciertas prácticas cómo:

  • Búsquedas prácticas. Si alguien escribe “cómo arreglar un grifo” o “qué significa economía de la atención”, los resultados en Google es probable (aunque no siempre) que además de su bloque de IA Overview ofrezca vídeos explicativos, y los de YouTube suelen estar en su foco.
  • CTR superior. Los resultados en vídeo tienen más clics que los resultados simplemente son texto puro. Y es que, un título optimizado con determinadas palabras clave o palabras en tendencia, un thumbnail llamativo en un simple vistazo y una buena descripción que complemente el vídeo y que trabaje esas palabras por las que los usuarios pueden encontrarte, aumentan las probabilidades de que el vídeo aparezca y sea elegido como contenido por un usuario.
  • Efecto halo. Si un vídeo que aparece en las hojas de resultados por una consulta en cuestión y además lo hace de forma recurrente no solamente está ganando en autoridad (la que le brinda Google) sino que también está ganando en autoridad (Es decir en relevancia e importancia. Asimismo, no sólo le otorga eso, sino que le da poder, poder para combinar el SEO tradicional con YouTube SEO (más enfocado a tendencias).

Shorts: el formato que redefine la atención del usuario

Si algo ha cambiado los hábitos de consumo de los usuarios es que cada vez más se consumen vídeos y contenidos MUY visuales, y sobre todo cortos. Hace unos pocos años, YouTube lanzó Shorts, un formato de contenido que aplicó cuando vio que TikTok empañaba sus contenidos y consumo por parte de los usuarios. 

Cuando decimos esto no hablamos de entretenimiento sin más, sino que tiene un sentido, hablamos de estrategia, una que llega a más usuarios y que ofrece aquello que quieren ver y cómo lo quieren ver

Y te preguntarás, ¿por qué funcionan tan bien los Shorts?

Porque YouTube ha tenido la capacidad de adaptarse al comportamiento del usuario actual. O lo que es en otras palabras: consumo en vertical, en el móvil, en ratos muertos. 

Porque el algoritmo de YouTube premia a los Shorts que logran retención total o incluso repeticiones automáticas dada su naturaleza de contenido en tendencia, más que por su popularidad como canal (siempre hablando de un perfil).

Porque son un punto de entrada perfecto a un canal o tipo de contenido: el espectador descubre un canal a través de un clip de 30 segundos y luego salta a un vídeo largo sobre la misma temática o del mismo canal y en el final de su viaje como usuario,  se suscribe.

Pongamos un ejemplo.

En los canales de educación, fitness o sobre finanzas realizan contenidos largos, hablando sobre una temática “x”, potencial e interesante para el usuario, sin embargo, será mucho más difícil que un usuario llegue a ello.

Para conseguir ese alcance necesario para llegar al contenido largo, se crean clips de éste con fragmentos (o también conocidos como clips) interesantes y que capten su atención, ya sea por un tip concreto de un vídeo de 20 minutos o sea una afirmación que llegue a “lo más profundo del usuario y que le haga reflexionar”.

Como ya hemos dicho, este tipo de contenido recibe un gran número de visualizaciones y atrae a un público que quizá nunca habría llegado al vídeo original. El Short actúa como anzuelo, la herramienta para alcanzar mientras que el contenido largo fideliza, encontrando un símil sería la “picada” si usamos un lenguaje de pesca.

Para marcas, el reto es claro: no se trata de hacer “un anuncio vertical”, sino de entender que cada Short debe ser autoconclusivo, con un gancho inicial muy fuerte y un cierre que deje al espectador con ganas de más, redirigiendo a su canal y al final del todo, a su producto, servicio o simplemente a su marca.

 Los podcast y su auge en YouTube: contenido y branding en estado puro

Y qué me decís de los podcast. Mires por dónde mires aparece uno u otro sobre una temática en concreto y esto es porque cada vez más, muchas no, muchísimas personas consumen podcast en vídeo como fuente, ya sea de entretenimiento, ocio, educación o simplemente información.

Pese a qué existen grandes plataformas que ofrecen programas de podcast completos, YouTube es el espacio perfecto para dar a los usuarios esa píldora necesaria para engancharles a ellos y redirigirlos a sus propias plataformas. ¿Qué se quiere decir con esto? Pues que YouTube es LA herramienta para trabajar el podcasting, ya sea con vídeos breves (pero intensos) o bien ser la plataforma principal para difundirlos, pero con un factor diferencial muy importante, la imagen.

El branding audiovisual, o la influencia de ver a quiénes están hablando sobre una temática que interesa, para el usuario cobra aquí todo el sentido. Con esto no hablamos de solamente subir un audio con una portada estática, sino de diseñar una experiencia visual que fortalece el mensaje, y sobre todo la confianza del usuario. 

Micrófonos visibles, decorados que se retienen en la memoria de la audiencia subtítulos, multicámara, colores adaptados al sentimiento que se quiere transmitir, en definitiva un aura y escenario que acompaña a aquella información que se está mostrando en el podcast de manera profesional y memorable.

Además de esto que contamos, los podcast en YouTube permiten:

  • Reforzar y trabajar el SEO en YouTube y en Google ya que, cómo hemos contado antes, los títulos y descripciones permiten posicionar por consultas muy específicas.
  • Construir comunidades activas, gracias a los comentarios y las recomendaciones internas. Los usuarios, si algo les gusta y les interesa, de manera intrínseca, necesitan sentirse que forman parte de eso, y YouTube y los podcast lo ofrecen.

Se convierten en espacio para el patrocinio y el incentivo hacia la monetización (pero no por parte de la plataforma) a través de anuncios en YouTube. Sea cuál sea el formato en el que se publique.

¿Resultado? Si se trabaja un contenido de podcast de manera estratégica, trabajada, con cariño y pensada no solo para SEO en YouTube, sino en comunicación, estaremos trabajando una branding sobre la marca o el canal que se quiere potenciar a través de contenidos (qué es lo que realmente le importa a esta plataforma).

Y ahora, hablemos del algoritmo de YouTube

Hablar de YouTube sin mencionar su algoritmo es imposible. Se sabe que que esta plataforma es el segundo motor de búsqueda más usado después de Google y es por eso que conocer cómo funciona, qué es lo que “premia” y lo que no es vital para, por lo menos si tienes una estrategia en su plataforma o por lo menos quieres prosperar en ella. 

¿Pero qué tiene en cuenta el algoritmo?

  • La recomendación. El objetivo de YouTube es recomendar y es por eso que su principal foco es mostrar a sus usuarios, determinados contenidos (vídeos) que sean interesantes para aquello que busca y visualiza en la plataforma. 

Para entenderlo, YouTube muestra contenido de forma progresiva en un determinado grupo de usuarios que potencialmente le puede gustar “x” tipo de contenido y que, de manera progresiva, va ampliando su espectro tanto de contenido como de usuarios según el impacto y rendimiento que alcanza.

Lo que viene siendo una “bola de nieve” que en caso positivo, YouTube irá ampliando la muestra de usuarios (a cada vez más) de un contenido, y en caso negativo, será todo lo contrario.

  • La audiencia. Para YouTube, o por lo menos para su algoritmo existen 3 tipos:
  • “Los que te conocen”. Es decir aquel público que te conoce a la perfección y que son fieles a un contenido.
  • “Los qué te conocen de algo”. 
  • “Los que no te conocen”
  • El contenido. Siempre hablamos de calidad en el contenido. Pero es una realidad, el contenido que creas debe ser de calidad y sobre todo debe satisfacer al usuario. Hay que ofrecerle aquello que quiere cubrir, ya sea un problema, una necesidad o simplemente entretenimiento. 
  •  Las métricas. Saber retener a tu audiencia y también que sea partícipe en tus contenidos, que ojo no es lo mismo que en tu canal, hace que YouTube lo encuentre interesante y en consecuencia, lo muestre a un mayor número de usuarios.

Por ello para captar y, lo más importante, mantener su visualización hasta el final del contenido, aquello que estás creando debe interesarles.

Estos son los principales puntos, que de manera más extensa se puede desglosar en más puntos pero en un resumen, el algoritmo de esta plataforma lo que quiere es que cuando crees un contenido no sólo sea “hacer un buen vídeo”, sino dar un paso más allá y crear toda la experiencia para el usuario, desde el click que hace en el vídeo hasta el recuerdo que deja éste.

¿Sobre las tendencias en YouTube?

Tan importante es conocer el algoritmo de YouTube cómo las prácticas que estén en tendencia para ser unos cracks en YouTube:

  • Qué quieres conseguir y piensa en qué formato usar. Utiliza Shorts para captar atención rápida, vídeos largos para profundizar y podcasts para crear comunidad.
  • Optimiza la narrativa textual con intención real. No te limites a repetir keywords. Pregúntate: ¿qué escribiría un usuario en Google o en YouTube para encontrar este vídeo? Ahí está la clave del posicionamiento en YouTube.
  • Cuida tu branding audiovisual. Una estética reconocible multiplica la confianza y la retención. No se trata de grandes producciones, sino de coherencia visual.
  • Analiza métricas más allá de las views. Tiempo de visualización, replays, comentarios y señales negativas (“no me interesa”) son las que definen si el algoritmo te empuja o no.
  • Reutiliza y redistribuye. Un podcast de una hora, por ejemplo, puede dar lugar a 10 Shorts, 5 posts en redes y un artículo en blog. La clave está en exprimir cada formato.

¿Por qué vuelve YouTube?

La clave para entender lo que ocurre es observar y entender el concepto de economía de la atención. Por eso, el usuario de 2025 no se conforma con recibir información, lo que busca es encontrar  experiencias útiles, directas y confiables para aquello que quiere encontrar en YouTube. ¿El resultado? Su atención.

El auge de YouTube no depende de la casualidad, sino de una estrategia consciente que combina producto, integración con Google y adaptación al comportamiento real del usuario para ser capaces de ofrecerles ese contenido que quieren ver. 

Para marcas y creadores, esto significa que la plataforma ya no es solo un espacio para “subir vídeos”, sino el escenario principal donde se disputa la atención, la confianza y el recuerdo.