A estas altura sobra decir que todos nuestros contenidos deberían estar orientados al SEO. Aunque es evidente que la redacción no es el único factor (ni el más importante) que interviene a la hora de posicionar nuestra web, sí que es un aspecto que es importante cuidar si queremos aparecer en las primeras posiciones de Google. Al final todo suma.
Antes de empezar a redactar cualquier artículo, lo primero que deberíamos hacer es tener claro qué palabras clave queremos posicionar. Es decir, por qué palabras queremos que los usuarios localicen nuestro contenido.
Lo ideal es que estas palabras clave las situemos en los primero párrafos de nuestro artículo. Eso sí, no es cuestión de saturar el texto y hacerlo incomprensible. Los textos han de ser leídos por personas, no por robots. La condensación de palabras clave en el texto ha de ser lo más natural posible, utilizando sinónimos y expresiones parecidas. La repetición ideal de la keyword podría situarse entre 2 y 4 veces por cada 100 palabras, aunque esto no es una ciencia exacta. Y como decíamos, siempre con lógica.
Así mismo, las palabras clave se han de incluir en el título que no debería sobrepasar los 70 caracteres. En este sentido, comentar que éste debería ser un título con gancho y que incite al usuario a seguir leyendo tu artículo. Con la gran cantidad de información que circula por Internet es muy importante saber destacar sobre el resto de artículos y el título de nuestro post juega un papel muy importante.
Por otro lado, no hay que olvidar que el titular debe ir etiquetado correctamente haciendo uso de las etiquetas H1 y H2. La etiqueta H1 se utiliza para los títulos y la etiqueta H2 es similar a la etiqueta H1, pero se utiliza para los subtítulos. Si queréis ampliar información sobre cómo utilizarlas correctamente, os recomiendo echar un vistazo a este artículo.
El uso de negritas siempre ha de estar dirigido a destacar el contenido del texto y facilitar la lectura al usuario. Teniendo en cuenta que el tipo de lectura que hacemos las personas en Internet es en diagonal, no está de más facilitar el trabajo.
Como ya comentamos alguna vez, la extensión mínima de los textos debería ser de 300 palabras e incluir enlaces, tanto a otros artículos que hayamos publicado como a páginas externas que ayuden a ampliar el contenido de nuestro artículo.
Añadir imágenes y vídeos es un plus muy bien valorado por Google a la hora de posicionar nuestro contenido. Sin olvidar los metadatos, ya que estos proporcionan información muy valiosa a la hora de posicionar nuestro contenido. En este sentido, habría que intentar evitar el uso de imágenes con nombres de archivo del tipo IMG0345.jpg, y designarlas usando el nombre de la empresa o producto o aquella palabra que queremos posicionar. El nombre del archivo de la imagen es, junto con el pie de foto, uno de los metadatos más importantes. Otro punto a tener en cuenta es el uso del atributo ALT que se utiliza en código HTML para describir el contenido de las imágenes.
Algunos aspectos a considerar, más allá del SEO, son la ortografía, gramática, originalidad del texto, uso de párrafos y frases cortas (1 idea por párrafo), a quién va dirigido y en consecuencia qué tono utilizar (formal, informal). Además siguiendo una perspectiva periodística, en los primeros párrafos deberíamos intentar incluir aquella información que responda a las preguntas qué, quién, cómo, dónde
cuándo y por qué (las 6W del periodismo).
